El cáncer ovárico es una enfermedad en la cual las
células malignas que provocan el tumor se forman en los tejidos de los ovarios.
Los ovarios, que forman parte del sistema reproductor femenino, se localizan en
la pelvis, uno a cada lado del útero. Tienen más o menos el tamaño y forma de
una almendra, y se encargan de secretar los óvulos y las hormonas sexuales femeninas. El cáncer de ovario es la primera causa de muerte por
cáncer en el aparato reproductor femenino, aunque no es el más
frecuente; y la sexta causa de fallecimiento por cáncer en la mujer Este cáncer lo padece una de cada 70 mujeres, se presenta
con mayor frecuencia entre los 65 y los 80 años de edad y el pronóstico, como
en todos los cánceres, es peor cuanto mayor es el estadio (grado de desarrollo
de la enfermedad) del mismo.
Causas
del cáncer de ovario
No se conocen las
causas del cáncer de ovario, aunque sí se ha observado que existen una serie de
factores que predisponen a una mujer a desarrollar este tipo de cáncer,
mientras que otros factores disminuyen el riesgo de padecer la enfermedad.
Factores de riesgo del cáncer de ovario
Teoría de la
ovulación incesante: El
traumatismo-rotura que se produce durante cada ovulación para que salga el
óvulo del ovario puede resultar un estímulo para la aparición del cáncer
de ovario. Por este motivo, las mujeres sin descendencia corren un riesgo
mayor, ya que la gestación supone un período de reposo ovulatorio.
Genético: Aparece con mayor
frecuencia en aquellas mujeres con una historia familiar de cáncer de
ovario. Se ha observado que el 30% de los cánceres de ovario expresan
niveles elevados de determinadas mutaciones genéticas.
Edad: El riesgo de padecer cáncer de ovario aumenta con la edad. Los cánceres de ovario son poco comunes en las mujeres menores de 40 años, y la mayoría de los cánceres ováricos se origina después de la menopausia. La mitad de todos los cánceres de ovario se encuentran en mujeres de 63 años o más.
Factores protectores del cáncer de ovario
El síndrome de
ovario poliquístico (SOP), ya que esta
afección impide que se produzca la ovulación en las mujeres afectadas por este
trastorno.
La ligadura
de trompas y la histerectomía,
causan una disminución de la ovulación al alterarse la vascularización de la
zona
Tipos de cáncer de ovario
Cuando hablamos de cáncer de ovario se pueden distinguir
diversos tipos de tumores. A continuación se relacionan algunos de los más
comunes
Tumores
epiteliales
Constituyen la mayor parte de los tumores de
ovario, hasta el 75% (incluyendo benignos y malignos) y el 90% de los malignos.
Esta definición incluye un conjunto de tumores derivados del epitelio del
ovario (tejido que lo cubre), y los más comunes son:
Germinales
Constituyen
el 25% del total, pero son el 60% de los tumores que aparecen en mujeres jóvenes, y suelen producir dolor y distensión abdominal.
Síntomas de cáncer de ovario
Los síntomas del cáncer de ovario no suelen ser específicos, sino que son comunes a otras patologías menos graves, por ejemplo del aparato digestivo, por lo que es frecuente que el diagnóstico llegue cuando el tumor está ya en una etapa avanzada.
Además, los síntomas se manifiestan cuando hace tiempo que se padece la enfermedad y, al ser similares a los causados por patología digestiva, pueden tratarse erróneamente durante un tiempo, en muchos casos con antiácidos.
Los síntomas del cáncer de ovario más frecuentes
son:
Hinchazón
abdominal
Dolor
abdominal.
Hemorragia
vaginal irregular, que aparece fuera del periodo menstrual.
Estreñimiento, gases,
fuerte micción.
Náuseas
y vómitos.
Pérdida
de apetito.
Disminución
o aumento inexplicable de peso.
Dolor
de espalda.
Pueden aparecer complicaciones como: ascitis
(acumulación de líquido en la cavidad abdominal), torsión, rotura, obstrucción
intestinal, diseminación del cáncer a otros órganos, infección.
Diagnóstico
del cáncer de ovario
El diagnóstico definitivo del cáncer de
ovario se establece mediante el estudio de los tejidos afectados, pero la
historia clínica, las técnicas de imagen y los marcadores séricos orientan (muy
fielmente en algunos casos) acerca del diagnóstico.
Técnicas de imagen
Ecografía vaginal doppler
Es la técnica de imagen más efectiva en el
diagnóstico del cáncer de ovario, y permite evaluar si una masa detectada
es sólida o se trata de un quiste lleno de líquido.
Se sospecha malignidad cuando en la ecografía
se detectan, entre otras, alguna de las siguientes características:
Localización bilateral.
Aspecto sólido y quístico.
Presencia de tabiques gruesos, partes
sólidas en su interior.
Tamaño mayor de 10 cm en mujeres en
edad fértil, o mayor de 5 cm en postmenopáusicas.
Presencia de ascitis (líquido en el
abdomen).
Detección de nuevas formaciones
vasculares.
Tomografía computarizada
Su principal utilidad es determinar si el
cáncer de ovario se ha diseminado hacia otros órganos. Además sirve para
comprobar el tamaño del tumor y si los ganglios linfáticos están agrandados.
Resonancia magnética
Resonancia magnética
Las imágenes que se obtienen con esta técnica
son más completas que las conseguidas con la tomografía computarizada, en
cuanto a la definición de las lesiones y la evaluación de la diseminación del
tumor.
Marcadores
tumorales
Los marcadores
tumorales son sustancias que pueden encontrarse en el cuerpo de una persona con
cáncer. Idealmente, un marcador tumoral siempre sería encontrado en la sangre
en cantidades mayores a la normal, pero solo cuando existe cierto tipo de cáncer. En realidad, los marcadores tumorales
rara vez son así
Tratamiento
del cáncer de ovario
Habitualmente, el tratamiento del cáncer de
ovario se aborda mediante las siguientes técnicas:
Cirugía
El tratamiento básico del cáncer de ovario es
quirúrgico, y suele consistir en una cirugía radical, en la que se extirpan el
útero y los ovarios, se explora el peritoneo (y se toman biopsias si hay
lesiones sospechosas), se eliminan los ganglios de la zona, y puede ser incluso
necesario quitar segmentos intestinales, con el fin de eliminar todas las
posibles localizaciones del tumor.
Quimioterapia
Se emplea en función de los estadios y
el éxito de la cirugía, como terapia adyuvante para eliminar las posibles
células malignas que hayan sobrevivido a la operación. El número de ciclos de
tratamiento que recibirá la paciente de cáncer de ovario dependerá de la etapa
de su enfermedad en la que se encuentre.
Seguimiento
Es muy importante detectar precozmente las
recidivas, por eso hay que hacer revisiones periódicas, que pueden incluir:
Examen
físico-analítica-pruebas de imagen